Los nuevos planes de banda ancha en 25 Mbps 

Colombia requiere invertir unos 30.000 millones de dólares para que la infraestructura de conectividad permita llegar a todos los rincones del país.

La significado de banda ancha en Colombia cambiará desde el primero de enero del 2019 bajo la nueva regulación (resolución 5161 de 2017). La idea, según el Gobierno Nacional, es que a partir de ese año los operadores de telecomunicaciones solo podrán comercializar como banda ancha las conexiones superiores a 25 megabits por segundo (Mbps) en descarga y 5 Mbps por segundo en subida.

Con el objetivo de mejorar la conectividad en el país e incentivar la inversión en el sector, según el Ministerio TIC. En la actualidad se consideran de banda ancha las conexiones superiores a 1.024 kilobits por segundo (kbps) en descarga y 512 kbps de subida.

Los analistas dicen

Esto no significa que los colombianos estarán obligados a adquirir planes superiores a 25 megabits; sin embargo, las velocidades inferiores no se considerarán de banda ancha.

“Con esta medida, los usuarios finales recibirán ofrecimientos comerciales más agresivos, más amplios, con mejor velocidad y capacidad” Declaro Alberto Samuel Yohai, presidente de la Cámara Colombiana de la Informática y las Telecomunicaciones.
A diferencia de Pablo Bello, director de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), quien advirtió que el aumento en la velocidad no se dará solo con un cambio de regulación. “Aumentar la calidad de la banda ancha en Colombia es indispensable, pero la velocidad no se incrementa solo con cambiarle de nombre. Se necesita invertir en infraestructura, espectro radioeléctrico y redes más modernas. Esto no sucederá en un año y medio, como lo plantea el Gobierno colombiano”.
De hecho, un estudio difundido por Asiet reveló que Colombia requiere invertir unos 30.000 millones de dólares para que la infraestructura de conectividad permita llegar a todos los rincones del país.
Según cifras reveladas por la compañía Akamai, el país tiene un retraso en materia de velocidad de internet en comparación con otras economías de América Latina. A finales del 2016 el país registró un promedio de velocidad de descarga de internet de 5,4 Mbps, detrás del líder, Chile, con 8,6 Mbps, Uruguay (8,3 Mbps) y México (7,2 Mbps).
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