Los avances en materia de tecnología de los últimos años marcaron profundos cambios en la sociedad.
Estas herramientas son parte de la cotidianidad de la mayoría de las personas que tienen los recursos económicos para acceder a ellas. Algunos avances en las herramientas tecnológicas de la cotidianidad han ayudado a las personas que padecen ciertos límites motrices.
Como es el caso de la hipoacusia, hablar por teléfono representa una barrera si no existe la tecnología adecuada. En general, el aviso de llamada se hace mediante dispositivos de luces y la comunicación a distancia mediante el lenguaje de señas es una posibilidad real, aunque es necesario una conexión rápida a Internet.
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Tanto es así que hasta incluso la tecnología se han naturalizado, y hoy son parte de la vida de los usuarios. Por esta razón, diversos profesionales trabajan para adaptar esas herramientas tecnológicas a las personas que tienen alguna limitación física, en pos de una mayor inclusión social. También hay numerosos desarrollos de investigadores que se dedican a la tecnología adaptativa, para hacer más accesible la vida cotidiana de las personas que tienen alguna limitación.
La comunicación crea redes sociales humanas que son cruciales para la calidad de vida de todas las personas. El trabajo y desarrollo en la adaptabilidad de las tecnologías de la información y la comunicación se vuelve entonces fundamental para generar una mayor inclusión de aquellos que tienen una discapacidad física.