Crear soluciones digitales sin una estrategia centrada en el usuario es un al aire.
Aunque existen varios caminos para crear una, acá le presento uno que funcioné con los grandes.
En esta locura del mundo de internet, que cambia todos los días, son muchas las agencias digitales y compañías que por querer estar la vanguardia, deciden hacer presencia en todos los medios, redes sociales y canales posibles. Si supieran a quién le están hablando, podrán elegir mejor sus tácticas y de qué temas hablar.
La estrategias digitales son como levantarse a una vieja. Una persona promedio no se va a arriesgar a regalarle chocolates, rosas, donuts, peluches y empanadas al tiempo, pues la probabilidad de que algo no le guste es muy alta.
En vez de eso, primero busca hablar con ella, descubrir qué planes o cosas le parecen chéveres y, como último recurso, hasta le pregunta a los amigos. Luego de tener una idea clara; elige la estrategia a ejecutar para quedar como un príncipe.
Para asegurarse de no embarrarla, es importante contar con una metodología clara que garantice una buena investigación y que mantenga la suposiciones y la improvisación en niveles saludables.
Aunque existen muchos caminos válidos y ajustados a las necesidades de cada industria, quiero compartir uno que me ha parecido muy bueno y que sirve para desarrollar desde páginas web hasta estrategias de marketing 360.
Esta metodología fue creada e implementada por un marketer y profesor universitario en el corazón de McCann Digital en Birmingham, Inglaterra. Está bautizada como DPDDD y consiste en 5 pasos resumidos en sus siglas: Discovery, Planning, Design, Development and Deployment.
DPDD es un flujo de trabajo secuencial que nos permite crear proyectos de marketing digital de forma lógica. Desde la investigación y la conceptualización hasta la ejecución y la optimización. No deja ningún tiro al aire.
Porque no aguanta decirle al levante que nos vamos a Venecia y que al final toque ir a Guatapé, ¿verdad?