Conoce la historia del Colegio Nuevo Gimnasio un espacio incluyente en Bogotá.
Desde el año 2003, el colegio Nuevo Gimnasio ha ido poniendo en marcha un modelo de educación inclusiva que busca que las niñas con necesidades educativas especiales sean realmente incluidas escolar y socialmente, tarea que ha implicado atreverse a romper los muros y los paradigmas, no sólo con respecto a la educación tradicional, sino también a los imaginarios sobre los niños con discapacidad.
La implementación del programa comenzó de un modo intuitivo, de autoformación, algo de ensayo y error. Aprendieron de cada niña algo nuevo. Posteriormente asistieron a un seminario de formación con Gordon Porter, en New Brunswick, Canadá, en el que confirmaron que lo que estaban haciendo lo estaban haciendo bien. Cuando una niña con necesidades educativas especiales ingresa al Nuevo Gimnasio, se hace un trabajo de sensibilización con el equipo de apoyo, los maestros, los padres de las alumnas y las alumnas con las que va a compartir su vida escolar. Las niñas asisten al aula regular, en donde los maestros, con la ayuda del grupo de profesores, diseñan estrategias de trabajo para cada una de ellas.
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Al comienzo tuvieron familias renuentes a aceptar que su hija pudiera estar con una niña con síndrome de Down o con autismo. Sin embargo, algunos padres han regresado con sus hijas, no tanto por la inclusión, sino porque el colegio les da mucho a las niñas. En el Nuevo Gimnasio no hay coordinación de convivencia ni de disciplina porque no se necesita: las niñas con necesidades educativas especiales le han enseñado a la comunidad a regularse, y si les cambian las reglas se desconciertan, se asustan, se desequilibran, y pueden echar 10 pasos atrás en su aprendizaje.
Optar por un colegio inclusivo implica, como lo dice Luz Stella Uricoechea, rectora del Nuevo Gimnasio, vencer los miedos, porque esos miedos no nos dejan avanzar. Es el miedo a la calificación del examen de Estado, el miedo a los estándares de los primeros puestos, el miedo a que se piense que la institución baja su nivel académico, pero seguimos siendo un colegio exigente académicamente.
La inclusión supone una nueva ética, unos nuevos valores basados en la igualdad de oportunidades. La educación inclusiva tiene que formar parte de una polÍtica escolar de igualdad de oportunidades para todos. Si es proporcionar la base para analizar e identificar las fuerzas o los factores que inducen a la exclusión. Los valores que mantiene la inclusión deberÍan, por ejemplo, educar a los alumnos en la conciencia de la necesidad de participación social de todas las personas y deberIan suponer en la práctica la entrada en escena de una generación de ciudadanos comprometidos socialmente en la lucha contra la exclusiva. Ángeles Parrilla.
Fuente: www.elespectador.com