Por si no fuera suficiente con las compactas dimensiones de la Raspberry Pi 3, alguien ha conseguido batir un récord con la placa más pequeña del mundo.
Decir que alguien ha conseguido crear la Raspberry Pi 3 más pequeña del mundo ya es rizar el rizo, porque de por sí la Pi 3 es una placa cuyas reducidas dimensiones no superan ni siquiera los 20 milímetros de altura. Pero efectivamente así ha sido, ya que resulta que los integrantes de un pequeño grupo tecnológico llamado Pimoroni han logrado dar vida a la placa de Raspberry más pequeña que existe.
La Raspberry Pi 3 es una placa en la que lo que más penaliza sus dimensiones son las conectividades físicas. Los puertos USB, el puerto de HDMI y el conector de microUSB son los responsables del 99% del espacio que ocupa a lo alto esta placa, ya que lo que es la base en sí tiene un grosor ínfimo en comparación con estos componentes. Pero si por algo se caracteriza el mundo de Raspberry es por no poner ninguna barrera al campo, y cualquiera con paciencia suficiente puede modificar la placa a su gusto.
Y eso es lo que han hecho desde Pimoroni. Tal y como se puede ver en el extenso vídeo que han publicado en su canal, el récord que se propusieron desde este grupo consistía en crear la placa de Raspberry Pi 3 más pequeña del mundo. Lo que debería haber llevado poco más de media hora finalmente se alargó hasta pasada una hora completa, y en el proceso los chicos de Pimoroni retiraron de una placa Pi 3 todas las conectividades físicas que más espacio ocupaban en el conjunto: quitaron los USB, el Ethernet, el HDMI, la salida de audio y otras tantas piezas prescindibles para el proyecto. Por supuesto, el reto era conseguir que la placa siguiera funcionando después de la operación.
Finalmente lo lograron, e incorporando en la placa alguna que otra conectividad de microUSB consiguieron crear una Raspberry Pi 3 ulta-delgada que perfectamente podría caber en cualquier proyecto en el que sea necesario emplear un componente con el grosor más reducido posible. Esos puertos microUSB, acompañados de algún que otro adaptador, deberían ser suficientes para permitir conectar cualquier dispositivo o accesorio a la placa.
Pero si hablamos de récords absolutos, entonces ningún proyecto casero puede superar al µduino, la placa Arduino del tamaño de una uña. El Arduino es una de las alternativas a la Raspberry más populares del momento, y en este caso estamos hablando de una variante que con sus 12 x 12 milímetros de tamaño resulta ideal para alimentar proyectos de accesorios de muñeca, de micro-PCs o del Internet de las Cosas.
Redacción de ticbeat