Esta categoría de marketing se centra en el cliente y las experiencias que percibe en la compra y uso del producto o servicio. Estas técnicas consiguen un mayor porcentaje de conversión, gracias a un mayor engagement.
En pleno siglo XXI la satisfacción del cliente ya no es suficiente, para diferenciarse se necesitan experiencias. Las experiencias son fuentes de emociones y las emociones son el motor de la toma de decisiones.
No existe futuro para aquellas empresas que no las tengan en cuenta a la hora de hacer sus estrategias.
En esta rotunda cita de la experta en marketing Elena Alfaro es la esencia del marketing experiencial, y la necesidad de no solo ponerlo en práctica, sino también saber cómo llevarlo a cabo. En este primer post de una serie, en el que trataremos de explicar conceptos relacionados con el marketing y la publicidad, en esta ocación hablamos del marketing experiencial y tratamos de ver algunos ejemplos actuales.
Definición del concepto
Para entender la idea de marketing experiencial (también conocido como marketing de experiencias o marketing emocional) debemos partir del marketing tradicional. Si este último se centra en aspectos del producto como su calidad, sus características y sus beneficios, el primero se centra en el propio cliente y las experiencias que éste obtiene durante la comercialización y uso del producto o servicio. Por tanto, la clave está en que un cliente elige un producto o servicio por la vivencia que le ofrece antes de la compra y durante su consumo.
Así pues, este artículo, podríamos definirlo como la gestión del valor de la oferta de un producto o servicio a través de vivencias emocionales de comunicación y consumo gratificantes para el usuario y pertinentes a la marca.
Y por qué la experiencia marca tanto? Según Scott Christ, escritor y emprendedor, el marketing experiencial trata de establecer conexiones entre las marcas y los consumidores. Es por ello por lo que este tipo de marketing compromete los sentidos de los consumidores y les permite interactuar físicamente con su marca.
Ahora bien, poner en práctica esta fórmula es siempre sinónimo de éxito, Probablemente no. Si lo comparamos con las compañías publicitarias en los medios de comunicación masivos, el marketing emocional ofrece una comunicación personalizada, generando un mayor nivel de compromiso emocional y un porcentaje de conversación mayor. Un mayor engagemen en definitiva.
Varios autores han analizado el impacto social del comportamiento de los consumidores. Uno de los pioneros en llamar la atención sobre esto fue el intelectual estadounidense Alvin Toffler, quien en 1971 en su libro. El shock del futuro ya preconizaba un futuro en el que los consumidores preferirían invertir una parte significativa de sus salarios en vivir experiencias increíbles lo que motiva el surgimiento de una industria experiencial.
Fuente:A�www.marketingdirecto.com